Entradas populares

viernes, 8 de abril de 2011

Arte y Política: Realismo Socialista.

Tesis sobre la cultura proletaria: 






1) En la República Soviética obrera y campesina toda la enseñanza, tanto en la esfera de la educación política en general, como específicamente, en la del arte, debe estar impregnada del espíritu de lucha de clase del proletariado por la venturosa realización de los objetivos de su dictadura, es decir, por el derrocamiento de la burgesía, la abolición de las clases y la supresión de toda explotación del hombre por el hombre. 

2)... desde la aparición del Manifiesto Comunista, desmuestra, sin discusión posible, que la concepción marxista del mundo es la única expresión justa de los intereses, los puntos de vista y la cultura del proletariado revolucionario. 

3) .... el Partido se debe manifestar en pro de la libre emulación de las diversas agrupaciones y corrientes de este campo (literario). ... es inadmisible el monopolio legalizado por decreto o por acuerdo del partido de cualquier grupo u organización literaira en cuanto a la obra literario-editorial.

V. I. Lenin "Sobre la Cultura Proletaria"; "Sobre la Política del Partido en el Terreno de la Literatura".

miércoles, 6 de abril de 2011

poema express- sionista


Hay aqui un beso prometido, 
un beso por verse.

 Saliva, 
se   r  e  pliega.

Un beso.
Una promesa nunca es. 




Muerdo las arterias del porvenir.
Sonrío de tristeza
Viajo por onda sonoras de "amarás"
Me duermo en las horquillas de la camisa
sin desabotonar.



Es el espejo que no tiene imagen
alerta los sueños que están por verse. 
Ese trafica con verdades.
El espejo que mira.


Dígale alguien que le miento.
Te miento
Dígale alguien.
Porqué no seguir diciéndo
si de todos modos no estoy diciendo
lo que estoy mintiendo.


 TODOS los poemas son para ti.
¿Hay alguna manera de que te largues de aquí?
Peligrosa palabra de agua.
escurre tu miel.
habita otro lunar.

Se me agota el espacio del poema 
y tú sigues andando a tus anchas aquí.


No soy.
Mucho menos en original
Soy negativo de ti, amor
soy sin amor
amor que soy sin
ti.

lunes, 4 de abril de 2011

Fin de la historia de finales de siglo.


Hubo una historia de fin de año… era un invierno prometedor.
Estábamos completamente emocionados…
Había palabras en el aire que fluían,
había una franca campaña de seducción.
No pensábamos.
No dudábamos.
No perdíamos.
Sólo soñábamos en un idilio sorprendente.

Así poco a poco unas murallas a nuestro alrededor crecieron fervorosamente
Y sin pensarlo estábamos soñando con nuestra boda y testamento más allá de nuestra tierra.
Esa boca que beso por primera vez.
Que aliento tan refrescante, que sueño tan prometedor
Como ya dije era un fin de año que no podría volver a repetirse.

Todos los días a partir de ahí, el encuentro era fulminante,
las sonrisas eran de oro y el amor era precioso.
Con cada paso que no era en comunión,
crecía una nueva enramada en nuestras murallas de Sodoma
que se convirtieron en testigos del pecado
que dulcemente consumaban mis manos, mi cuerpo, mi mirada, mis besos
en cada límite y puerto de tu ser. 

Luna tras luna.

Hasta que un día la razón perdió terreno
Ya éramos presos de pasión de un arrebato espantado
De balas de presos que boicotean el fusilamiento

Yo no quise…
Tú tampoco…
Sin embargo, el hundimiento se fue haciendo concreto
No había islas, ni sueños, ni brazos, ni quejidos
Sólo eran miradas que no tenían conciencia de mi labor
Eran palabras que no tenían cesta en mi corazón.

Se fracturó, se perpetró la crueldad en papel
Al igual que las palomas y las magnolias lo hicieron en tiempos de seducción.

Verso libre para el amor libre.



Como ya alguna vez alguien dijo: Siempre que se hace una historia, se habla de un viejo, de un niño o de sí;  es está una historia simple, es de dos seres de planetas distinto: del planeta Venus y de Mercurio, planetas de esta galaxia, donde todos los seres eran de todos y todos eran para sí. 

Él, hermoso venusino que iluminaba césped, asfalto y nubes al paso. 
Demasiado alto para algunos. 
Demasiado pequeño para otras especies. 
Él subía o baja de nubes y polvo como trigo ensombrecido por el viento.   
Siempre sonriendo al horizonte, siempre una mueca de resplandor solar,  siempre un cielo  que le invita a seguir mirando. Sonriendo siempre, el sol se enmudece en su presencia y agita sus brazos para pintarle la piel de bronce esmaltado. 

Venusino que aparece lejano  y susurrante, de vez en vez una mirada furtiva al universo lo hace presente pero se disuelve casi inmediatamente para salir al paso de la mañana somnolienta de rocío y bruma.

Venusino que se tambalea con dientes y piernas alrededor de la hoguera de palabras.
Venusino que no existe hasta que….

En la madrugada de Mercurio, hecho oscuridad, hecho silencio, se escurre en la penumbra para llegar a sus brazos tibios. Mercurio quien habita ferviente en morfeo eterno sin saber que afuera, en la velación, se explica una tremenda estrategia de amor que se confabula en su contra.

Ya no hubo tiempo para defenderse, ya no hubo escape. Mercurio simplemente se deposita inerte y lejano en los brazos del más alevoso de los Venusinos. ¡Ignorante, que ha venido a derrumbar murallas y saltar abismos para robar el corazón de Mercurio!, ¡Ignorante que no sabe que afrenta severamente a lo apolíneo de esta noble comarca!

Y fue así que la carne se hizo palabra. La palabra se hizo acción. Acción incendiaria que convierte en carne la materia inerte. Carne que se evapora en besos, caricias y  tortura. Manos que des-dibujan el contorno del cielo al ras de piel marrón.

Hombre Venusino que penetra el abismo, desojando magnolias  sonrojadas.
Hombre Venusino que embiste la cueva de lo eterno, del porvenir, la cueva, fuente de la vida.
Hombre Venusino que derrumba en cadencioso himeneo el dolor sagrado transformándolo en fino placer.
Hombre Venusino que todo lo pudo.
Hombre Venusino expulsa de la carne el amargo sonido del sin-amor.
Hombre Venusino que todo lo pudo.
Hombre que dibuja con rasguños y puños la sonrisa que conducirá la siguiente década.
Hombre Venusino que roba.
Hombre Venusino que toma sin pensar.
Hombre Venusino que no regresa.
Hombre Venusino que no sabe que lo que hace lo hace bien.
Hombre Venusino que ríe en soledad.
Hombre Venusino que dialoga en soledad.
Hombre  Venusino que le falta un gramo para ser dios.

Ese venusino sembró en su pecho un veneno-amor que lo consume todo.
Esta historia se entorpece en este retrato de palabras. En esta carta abierta. Porque no sé cómo decir que el Hombre Venusino nunca estuvo. El Hombre Venusino es promesa de sí mismo. Sin embargo, Venusino es culpable de robó y la usurpación a la estancia de tristeza de Mercurio, todo ello en tierra extranjera, es quien ha inventado para la opacidad y el desencanto, luz y esperanza.

Mujer Mercurio que llora. Mercurio llora. Mujer que ya no es de sí. Mercurio abre los brazos y es el viento quien lo arropa. Aquí, de este lado de la galaxia la sombra es más ancha, tan ancha como la incertidumbre en tiempos de guerra. Tan ancha como la culpa en tiempos de dios cristiano. De este lado de la galaxia se piensa en todo aquello que se perdió, se piensa en todo aquello que no aparece, que es traslúcido, que es promesa de amor, pero que no es y que todavía se derrama por fuera de la cama, se piensa en aquello que ya no existe y que suplió con mar salado de sombras y relámpagos.

Mercurio es sin techo. Mercurio muere lentamente sin refugio, ya no sabe en qué planeta recogerá pedazos de magnolia sangrante, magnolia que se extravió en cama de tierra y nubes, cama que nunca termino de calentarse. Sus respuestas esperan a un diciembre que lentamente se visualiza en un futuro lejanísimo…

Mercurio transitará por la vida como lo venía haciendo, empezando cada frase con potente enunciación por la vida. Verá construir el porvenir de su nación y sabrá que a fin de cuenta su amor no molesta a nadie. Mercurio sabe que la respuesta está suspendida en el tránsito de la galaxia y no tiene nave que la lleve hasta allá. ¡Ocurrencia la suya agotar el combustible de la Nave en este aterrizaje!

Venus más abajo surca el sol y viaja a pecho luz hacia ella. Mercurio en tránsito suspende el tiempo para esperarlo entre Sagitario y profundo Acuario. Entre diciembre y  profundo enero, por ahí, en aproximación, sus ojos construirán un sólo horizonte de luz…. 



30 de Septiembre, 2010
Vuelo de Caracas a La Paz. 
Gunnary Prado

   

Poemas de "lo mío".

 

Restaurando


Aún ahí,
Donde escurre el tiempo en pasado,
Aún ahí,
Te conservo envuelto en sueño y trasparente
Aún ahí,
Muy cerca del olvido la memoria no suelta la madeja.
Aún ahí,
Casi no consigo tenerte.
Pero aún ahí,
Sin mucho de ti,
Aún ahí, estás.
Sólo ahí.




¿Qué estás ausentando?


Ahora
al mismo rumbo
a la misma vereda de…

Pensé que huyendo podría preguntar nuevamente por lo qué somos…
aunque no somos/ del somos que fuimos
hoy nos queda el no somos.
al mismo tiempo.

Al tiempo que se evapora y se funde con la locura
de pensar...
de escapar...
d e a l c a n z a r
cada palabra poblada de ausencia.

Ausento mi siento de miedo que tengo...

Te saco de aquí y poderosa la huida nos/me saca del somos.
 
 
 
 
Gunnary Prado.
Morelia, Michoacán, Enero-Marzo 2011.

Correspondencia de la momia (poemas de Artaud/ imágenes de Serrano)

Esa carne que ya no se tocará en la vida,


esa lengua que ya no logrará abandonar su corteza,
esa voz que ya no pasará por las rutas del sonido,
esa mano que ha olvidado hasta el ademán de tomar, que ya no logra determinar el espacio 
en el que ha de realizar su aprehensión,
ese cerebro en fin cuya capacidad de concebir ya no se determina por sus surcos,
todo eso que constituye mi momia de carne fresca da a dios una idea del vacío en que la compulsión 
de  haber nacido me ha colocado.

      
Ni mi vida es completa ni mi muerte ha fracasad0 completamente. 
Físicamente no existo, por mi carne destrozada, incompleta, que ya no alcanza a nutrir mi pensamiento. 
Espiritualmente me destruyo a mí mismo, ya no me acepto como vivo. 



Mi sensibilidad está a ras del suelo, y poco falta para que salgan gusanos, la gusanera de las construcciones abandonadas.

Pero esa muerte es mucho más refinada, esa muerte multiplicada de mí mismo reside en una especie de rarefacción de mi carne. 



La inteligencia ya no tiene sangre.
El calamar de las pesadillas da toda su tinta, la que obstruye las salidas del espíritu; es una sangre que ha perdido hasta sus venas, una carne que ignora el filo del cuchillo.
Pero de arriba a abajo de esta carne agrietada, de esta carne no compacta, circula siempre el fuego virtual. Una lucidez enciende de hora en hora sus ascuas que retornan a la vida  y sus flores.
Todo lo que tiene un nombre bajo la bóveda compacta del cielo, todo lo que tiene un frente, lo que es el nudo de un soplo y la cuerda de un estremecimiento, todo eso pasa en las rotaciones de ese fuego en el que se asemejan las olas de la carne misma, de esa carne dura y blanda que un día crece como un diluvio de sangre.

 

La habéis visto a la momia fijada en la intersección de los fenómenos, esa ignorante, esa momia viviente que lo ignora todo de las fronteras de su vacío, que se espanta de las pulsaciones de su muerte.
La momia voluntaria se halla levantada, y a su alrededor se agita toda realidad. La conciencia como una tea de discordia, recorre el campo entero de su virtualidad obligada.



Hay en esa momia una pérdida de carne, hay en el sombrío lenguaje de su carne intelectual toda una impotencia para conjurar esa carne. Ese sentido que recorre las venas de esa carne mística, en la que cada sobresalto es un modo de mundo y otra especie de engendrar, se pierde y se devora a sí misma en la quemadura de una nada errónea.



¡Ah! ser el padre nutricio de esa sospecha, el multiplicador de ese engendrar y de ese mundo en su devenir, en sus consecuencias de flor.

Pero toda esa carne es sólo comienzos y ausencias y ausencias y ausencia...

Ausencias.


De "Oeuvres complètes (Tome I) Versión de Aldo Pellegrini

 Fotos de Andrés Serrano.