Cinco poemas sobre lo que veo en el espejo (III)

Agua.

Siempre en movimiento, inestable.

Diminuta y abrazadora de grandes extensiones.

Ambivalente, sonaja de partículas vivas que todo lo provee.

Sentimiento de ausencia en presencia del reflejo.

Agua de vida,

agua de veneno,

agua envenenada que mata

la sed,

sed de sueño y de consuelo.

Agua ilusión que pinta de colores la tierra,

empapa las ideas y convierte en gelatina la más sólidas de las presencia.

Agua purificadora de pensamientos brumosos, de pensamientos complejos,

sepulturera de pasión y erotismo;

agua que marca la cadencia de la vida,

agua que enmarca la vida misma.

Agua sin sal,

agua sin mar,

agua sin puerto. 

Sueño del vuelo sobre agua cristalina.

Sobre remolinos de agua dulce para los peces solos.

Recorrido líquido, camino inamovible de vértigos y suspenso.

Esa agua que se desplaza de aquí para allá, que avanza y no, entre mundos sostenidos por apenas arenas movedizas.

Sólo las aguas los llevarán al centro.

 Sólo las aguas los llevarán a ella.

Sólo las aguas crecen en derredor de aquello que se pudre.

Sólo el agua compone del cuerpo un cuerpo existente.

Agua sentimental que aparece goteando entresuelo y campamochas;

entre pétalos y abejas,

agua tímida que apenas ilumina,

agua sin sabor llena de amor,

agua de roció malhumorada por la mañana,

soñando con tibio regazo de madre agua

que anoche por la noche se esfumo en la helada.

Solamente el agua hierve.

Solamente el agua con fuego es agua todavía que sale de tu boca en suspiro o en maldición,

solamente el agua es agua todavía durante la tristeza y durante la miseria;

solamente el agua de tus dedos sacia el vacio del su cuerpo.

Solamente agua.

Siempre agua. 

 

Mirada.

¿Una mirada?

Una mirada en particular.

Miro como miro yo.

Mirada de reversa.

Mirada escritora.

Mirada furtiva.

Mirada que no ve

que lo tiene todo.

Mirada filosa

Que se hace,

Bifurcación del mundo,

Penetrando como 20 cuchillos en la trampa.

Mirada compositora de notas y vuelos.

Mirada protagonista de anhelos y nostalgia.

Mirada camino para conseguir el beso.

Mirada recorrido para escribir el verbo.

Mirada señuelo para conseguir el sexo.

Mirada demostrativa de escorzos.

Mirada que parpadea.

Mirada que destruye como bombas los territorios del recuerdo.

Mirada que vacía el cuerpo y el suspenso.

Mirada que no está cuando despierta.

Ahora que soy mirada no veo.

Ahora que soy parpadeo, enmudezco.

Mirada que no entiendo cuando soy más ojo y

Más mirada que cuando te veo.